Juicio final" Jean Cousin (1585)
Versículo base: Mateo 3. 11 (Lucas 3: 16)
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento;
pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más
poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (RV 60).
La parte final de este versículo que dice “...él os bautizará
en Espíritu Santo y fuego”, ha tenido a lo largo de la historia diferentes
interpretaciones, principalmente en el significado que tiene la palabra “fuego”
en el versículo. Podemos reunir las interpretaciones más sobresalientes que se
han hecho, en los siguientes 3 grupos:
1. El bautismo en
fuego se refiere a las pruebas que purifican al cristiano.
2. “Fuego” se refiere a las "lenguas repartidas, como
de fuego", de las que habla Hechos 2: 3, que dice: “y se les aparecieron
lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”.
3. El Bautismo en
fuego es diferente al bautismo en Espíritu Santo. El Bautismo en fuego es hecho
por Jesucristo y es el castigo a los infieles en el día del juicio final.
VAMOS A ESTUDIAR CADA UNA DE ELLAS:
1. El bautismo en fuego se refiere a las pruebas que
purifican al cristiano.
Interpretación que la tienen como doctrina muchas personas y
muchas congregaciones.
Hay varios pasajes que nos hablan de ello, veamos:
1 Pedro 4: 12 dice, "Amados, no os sorprendáis del
fuego de prueba que os ha sobrevenido".
En Mateo 20: 22, Jesús habla del bautismo con sufrimiento,
es decir, El y también los apóstoles fueron "sumergidos" en el
sufrimiento: “Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís.
¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con
que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos”.
Apocalipsis 7: 14
dice, "Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado
sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero", como si
hubieran salido de un "bautismo" de sufrimiento.
Sin embargo, no hay nada en el contexto de Mateo 3:11 que
indique que el "fuego" de este versículo se refiera al fuego de
prueba.
Como extensión o apéndice de esta segunda interpretación,
algunos consideran la palabra “fuego” de nuestro versículo base, como: “la
promesa de un bautismo en fuego para purificar al pueblo”.
Y citan Malaquías 3: 2-3 para sostener que el bautismo en
fuego, era equivalente a la purificación al pueblo que haría el Mesías con su
predicación, el cual constituye: “fuego purificador, y como jabón de
lavadores".
Este argumento se cae fácilmente si vemos que Malaquías el
versículo 1 de Malaquías 3: “yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino
delante de mí... él es como fuego purificador". En este texto Malaquías se
refiere al ministerio de Juan el bautista, pero en Mateo 3: 11, Juan Bautista
está hablando del ministerio de Jesús.
ESTUDIEMOS AHORA LA SEGUNDA INTERPRETACIÓN
2. “Fuego” se refiere a las "lenguas repartidas, como
de fuego", de las que habla Hechos 2: 3, que dice: “y se les aparecieron
lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”.
Esta segunda interpretación da como un solo Bautismo la
frase “…bautizará en Espíritu Santo y fuego”. En ese sentido, la palabra
“fuego” se refiere a una acción, poder o manifestación del Espíritu Santo.
La primera debilidad que se destaca en esta argumentación,
tiene que ver con que en Hechos 2: 3 no dice "lenguas de fuego", sino
"lenguas... como de fuego". Hay diferencia entre el fuego y algo que
es semejante al fuego.
Otra debilidad que presenta esta interpretación, se
encuentra en Hechos 1: 5 “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”.
Jesús, después de estar 40 días resucitado, se está despidiendo de sus
discípulos. Sin embargo, no dice nada del bautismo en fuego. No dice,
"vosotros seréis bautizados con fuego dentro de no muchos días". Ni
Juan ni Cristo prometieron este bautismo a los apóstoles.
En la actualidad, quienes sostienen y defienden que la
palabra “fuego”, en Mateo 3: 11, se refiere al don de hablar en lenguas, son
los carismáticos y neo-pentecostales., quienes consideran que el hablar en
lenguas es manifestación ineludible de quien ha sido bautizado en el Espíritu
Santo y para ellos Mateo 3: 11 y Lucas 3: 16, son soporte de Hechos 2. 3. Es
una posición llamada y conocida como “continuista” en los dones de lenguas,
profecía y milagros.
Por supuesto la contraparte, el “cesacionismo”, considera
que los dones de lenguas, profecía y milagros a cargo de un ser humano, cesaron
en la era apostólica, cuando cumplieron y terminaron el fin y objeto para el cual
fueron dados al cuerpo de Cristo. Por lo tanto, si cesaron los dones, el
“fuego” de Mateo 3: 11, no podría referirse a “hablar en lenguas”, pues el
“fuego” de nuestro pasaje base, es una promesa de postrer cumplimiento.
VEAMOS AHORA LA TERCERA INTERPRETACIÓN
3. El Bautismo en fuego es diferente al bautismo en Espíritu
Santo. El Bautismo en fuego es hecho por Jesucristo y es el castigo a los
infieles en el día del juicio final.
Primero preguntémonos: Cuando Juan dijo "os bautizará
en Espíritu Santo y fuego", ¿habló de un solo bautismo que sería para
todos?
Algunos consideran que el pronombre "os" en Mateo
3: 11, incluye a todos aquellos que a los que Jesús promete bautizar en
Espíritu Santo y fuego.
Sin embargo, Marcos 1: 8, dice "él os bautizará con
Espíritu Santo". Sin mencionar el fuego. Si Juan hubiera hablado de un
solo bautismo -- en Espíritu Santo y fuego -- entonces Marcos habría mencionado
los dos. La omisión del fuego en Marcos 1:8 indica que Juan habló de dos
bautismos.
VEAMOS MATEO 3: 11 EN CONTEXTO
La palabra "fuego" aparece tres veces en tres
versículos. Sin lugar a dudas en los versículos 10 y 12 la palabra
"fuego" se refiere al castigo de los infieles. Por lo tanto, sería en
extremo absurdo afirmar que la palabra "fuego" mencionada en el
versículo 11, en medio de los versículos 10 y 12, se refiriera a otra cosa
diferente.
El versículo 12 contesta la pregunta, "¿Cuándo será
administrado el bautismo en fuego?" Se refiere al juicio final cuando el
Señor "limpiará su era"; es decir, hará la separación final entre los
fieles e infieles.
Juan está predicando la necesidad de arrepentimiento
(versículo 2). ¿Cuál es la razón que da Juan? Porque, “el reino de los cielos
se ha acercado.” Ahora, nótese lo que sucede después: muchos judíos venían de
Jerusalén, Judea, de las provincias alrededor del Jordán (versículo 5), y eran
bautizados por el profeta. Pero, con ellos también venían muchos fariseos y
saduceos. Ahora, nótese las palabras de Juan cuando los vio venir en los
versículos del 7 al 12:
“Generación de víboras!! ¿Quién os enseñó a huir de la ira
venidera? 8 haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9 y no penséis decir
dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que
Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 y ya también el
hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da
buen fruto es cortado y echado en el fuego. 11Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno
de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
12 su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el
granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.”
¿De qué está hablando Juan? El contexto es claro: de la
necesidad de un arrepentimiento verdadero, demostrado con frutos dignos a causa
de la ira y el juicio de Dios que viene. Véase que Juan se adelanta a la
probable respuesta farisaica y les dice, “y no penséis decir dentro de vosotros
mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar
hijos a Abraham aun de estas piedras.” Los fariseos pensaban que ellos eran
parte del reino de Dios por ser descendientes de Abraham, pero Juan el Bautista
les dice que la ira del Dios verdadero estaba puesta sobre ellos y por lo tanto
aun ellos necesitaban arrepentirse.
¿Qué es lo que ocurrirá en ese día de ira? Juan continúa
diciendo, “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por
tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.” ¿De
qué “fuego” está hablando Juan? Obviamente el contexto nos demuestra que se
trata del fuego de juicio. Aquel que no dé buen fruto sufrirá de ese fuego. ¿Quién
es el que hará este juicio? Juan dice que él no era, sino, “el que viene tras
de mí,” Él, dice Juan, “os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”
Hay una gran multitud de personas buscando a Juan el
Bautista, y el profeta está enseñando sobre lo que hará Dios en el mundo, esto
es, separación. Dios separará los árboles con buen fruto de los árboles con
fruto malo; el trigo de la paja (versículo 12). Usando una comparación, Juan
dice que Jesús, no sólo es quien hará esta separación, sino que como el que
limpia una era, con su aventador separará el trigo de la paja, y a esta última
la lanzará en el fuego del juicio.
Entonces, a unos, los árboles con buen fruto (los que se
arrepienten verdaderamente), los bautizará en el Espíritu Santo y a otros, los
árboles con fruto malo (los que no se arrepienten), en fuego. El bautismo en el
Espíritu Santo no es el mismo bautismo en fuego. Eso es más que evidente por el
contexto. Y es por ello como lo debemos entender.
Si se lee Mateo 3: 11 sin tomar en cuenta otros textos
(fuera de contexto), sería posible establecer que los dos bautismos debieran
ser administrados al mismo tiempo. De ahí la importancia de leer la biblia y
cada pasaje en contexto.
Otros textos que enseñan la misma verdad. Son los siguientes:
Mateo 10: 28; 13: 41-43; 25: 35-46; 2 Tesalonicenses 1: 7-9; Apocalipsis 12:
14- 15; 20: 11-15; 21: 8.
Una de las finalidades de las palabras de Juan Bautista en
Mateo 3: 11 es la de enfatizar la superioridad de Cristo sobre él.
Juan enfatiza el contraste entre él y Cristo. Dice que
Cristo es superior a él. Dice el texto, "Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno
de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego". Los sirvientes más humildes (los esclavos) se encargaban de llevar
el calzado de la gente. Dice Juan que él no se sentía digno de hacer el papel
del sirviente más humilde para llevar el calzado de Jesús.
El habla del bautismo en agua que él (Juan) administraba y
dice que Cristo iba a administrar otros bautismos más importantes, los que Juan
no podría administrar. Ningún hombre puede administrarlos.
Juan siempre habló con toda franqueza de la superioridad de
Cristo. Véanse también Juan 1: 19-27; 3: 26-30. Es cierto que Juan nació
primero y comenzó su ministerio primero. "Este es el que viene después de
mí", pero El "es antes de mí" (Juan 1: 27).
Muchos judíos se maravillaban de Juan y su ministerio.
Creían que tal vez él era el Cristo (Lucas 3:15) o, por lo menos, algún profeta
muy importante, pero él sabía que de muchas maneras la obra de Jesucristo sería
muy superior a la suya, y les quería convencer de esto.
Otra finalidad era mostrarles a los fariseos y saduceos que
habría un juicio para los que no creyeren en Cristo.
Cesar Ángel
Octubre 8 de 2018
Bibliografía y Referencias:
"Comentarios a la biblia". Matthew Henry
“Bautizar en fuego” de Wayne Partnain
“Bautizados en fuego?” Eduardo Flores. (“Sujetos a la roca”)
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