Bautismo en fuego. Mateo 3: 11 - Evangelio primitivo blog de Cesar Ángel

martes, 4 de abril de 2023

Bautismo en fuego. Mateo 3: 11

 

                                                        Juicio final" Jean Cousin (1585)

Versículo base: Mateo 3. 11 (Lucas 3: 16)

 

“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (RV 60).

 

La parte final de este versículo que dice “...él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”, ha tenido a lo largo de la historia diferentes interpretaciones, principalmente en el significado que tiene la palabra “fuego” en el versículo. Podemos reunir las interpretaciones más sobresalientes que se han hecho, en los siguientes 3 grupos:

 

 

1.    El bautismo en fuego se refiere a las pruebas que purifican al cristiano.

 

 

2. “Fuego” se refiere a las "lenguas repartidas, como de fuego", de las que habla Hechos 2: 3, que dice: “y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”.

 

3.    El Bautismo en fuego es diferente al bautismo en Espíritu Santo. El Bautismo en fuego es hecho por Jesucristo y es el castigo a los infieles en el día del juicio final.

 

VAMOS A ESTUDIAR CADA UNA DE ELLAS:

 

1. El bautismo en fuego se refiere a las pruebas que purifican al cristiano.

Interpretación que la tienen como doctrina muchas personas y muchas congregaciones.

 

Hay varios pasajes que nos hablan de ello, veamos:

 

1 Pedro 4: 12 dice, "Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido".

 

En Mateo 20: 22, Jesús habla del bautismo con sufrimiento, es decir, El y también los apóstoles fueron "sumergidos" en el sufrimiento: “Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos”.

 

 

 Apocalipsis 7: 14 dice, "Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero", como si hubieran salido de un "bautismo" de sufrimiento.

 

Sin embargo, no hay nada en el contexto de Mateo 3:11 que indique que el "fuego" de este versículo se refiera al fuego de prueba.

 

Como extensión o apéndice de esta segunda interpretación, algunos consideran la palabra “fuego” de nuestro versículo base, como: “la promesa de un bautismo en fuego para purificar al pueblo”.

 

Y citan Malaquías 3: 2-3 para sostener que el bautismo en fuego, era equivalente a la purificación al pueblo que haría el Mesías con su predicación, el cual constituye: “fuego purificador, y como jabón de lavadores".

 

 

Este argumento se cae fácilmente si vemos que Malaquías el versículo 1 de Malaquías 3: “yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí... él es como fuego purificador". En este texto Malaquías se refiere al ministerio de Juan el bautista, pero en Mateo 3: 11, Juan Bautista está hablando del ministerio de Jesús.

 

ESTUDIEMOS AHORA LA SEGUNDA INTERPRETACIÓN

 

2. “Fuego” se refiere a las "lenguas repartidas, como de fuego", de las que habla Hechos 2: 3, que dice: “y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”.

 

Esta segunda interpretación da como un solo Bautismo la frase “…bautizará en Espíritu Santo y fuego”. En ese sentido, la palabra “fuego” se refiere a una acción, poder o manifestación del Espíritu Santo.

 

La primera debilidad que se destaca en esta argumentación, tiene que ver con que en Hechos 2: 3 no dice "lenguas de fuego", sino "lenguas... como de fuego". Hay diferencia entre el fuego y algo que es semejante al fuego.

 

Otra debilidad que presenta esta interpretación, se encuentra en Hechos 1: 5 “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”. Jesús, después de estar 40 días resucitado, se está despidiendo de sus discípulos. Sin embargo, no dice nada del bautismo en fuego. No dice, "vosotros seréis bautizados con fuego dentro de no muchos días". Ni Juan ni Cristo prometieron este bautismo a los apóstoles.

 

 

En la actualidad, quienes sostienen y defienden que la palabra “fuego”, en Mateo 3: 11, se refiere al don de hablar en lenguas, son los carismáticos y neo-pentecostales., quienes consideran que el hablar en lenguas es manifestación ineludible de quien ha sido bautizado en el Espíritu Santo y para ellos Mateo 3: 11 y Lucas 3: 16, son soporte de Hechos 2. 3. Es una posición llamada y conocida como “continuista” en los dones de lenguas, profecía y milagros.

 

Por supuesto la contraparte, el “cesacionismo”, considera que los dones de lenguas, profecía y milagros a cargo de un ser humano, cesaron en la era apostólica, cuando cumplieron y terminaron el fin y objeto para el cual fueron dados al cuerpo de Cristo. Por lo tanto, si cesaron los dones, el “fuego” de Mateo 3: 11, no podría referirse a “hablar en lenguas”, pues el “fuego” de nuestro pasaje base, es una promesa de postrer cumplimiento.

 

VEAMOS AHORA LA TERCERA INTERPRETACIÓN

 

3. El Bautismo en fuego es diferente al bautismo en Espíritu Santo. El Bautismo en fuego es hecho por Jesucristo y es el castigo a los infieles en el día del juicio final.

 

Primero preguntémonos: Cuando Juan dijo "os bautizará en Espíritu Santo y fuego", ¿habló de un solo bautismo que sería para todos?

 

Algunos consideran que el pronombre "os" en Mateo 3: 11, incluye a todos aquellos que a los que Jesús promete bautizar en Espíritu Santo y fuego.

 

Sin embargo, Marcos 1: 8, dice "él os bautizará con Espíritu Santo". Sin mencionar el fuego. Si Juan hubiera hablado de un solo bautismo -- en Espíritu Santo y fuego -- entonces Marcos habría mencionado los dos. La omisión del fuego en Marcos 1:8 indica que Juan habló de dos bautismos.

        

VEAMOS MATEO 3: 11 EN CONTEXTO

 

La palabra "fuego" aparece tres veces en tres versículos. Sin lugar a dudas en los versículos 10 y 12 la palabra "fuego" se refiere al castigo de los infieles. Por lo tanto, sería en extremo absurdo afirmar que la palabra "fuego" mencionada en el versículo 11, en medio de los versículos 10 y 12, se refiriera a otra cosa diferente.

 

El versículo 12 contesta la pregunta, "¿Cuándo será administrado el bautismo en fuego?" Se refiere al juicio final cuando el Señor "limpiará su era"; es decir, hará la separación final entre los fieles e infieles.

 

 

Juan está predicando la necesidad de arrepentimiento (versículo 2). ¿Cuál es la razón que da Juan? Porque, “el reino de los cielos se ha acercado.” Ahora, nótese lo que sucede después: muchos judíos venían de Jerusalén, Judea, de las provincias alrededor del Jordán (versículo 5), y eran bautizados por el profeta. Pero, con ellos también venían muchos fariseos y saduceos. Ahora, nótese las palabras de Juan cuando los vio venir en los versículos del 7 al 12:

 

“Generación de víboras!! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8 haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. 11Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12 su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.”

 

¿De qué está hablando Juan? El contexto es claro: de la necesidad de un arrepentimiento verdadero, demostrado con frutos dignos a causa de la ira y el juicio de Dios que viene. Véase que Juan se adelanta a la probable respuesta farisaica y les dice, “y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.” Los fariseos pensaban que ellos eran parte del reino de Dios por ser descendientes de Abraham, pero Juan el Bautista les dice que la ira del Dios verdadero estaba puesta sobre ellos y por lo tanto aun ellos necesitaban arrepentirse.

 

¿Qué es lo que ocurrirá en ese día de ira? Juan continúa diciendo, “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.” ¿De qué “fuego” está hablando Juan? Obviamente el contexto nos demuestra que se trata del fuego de juicio. Aquel que no dé buen fruto sufrirá de ese fuego. ¿Quién es el que hará este juicio? Juan dice que él no era, sino, “el que viene tras de mí,” Él, dice Juan, “os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

 

Hay una gran multitud de personas buscando a Juan el Bautista, y el profeta está enseñando sobre lo que hará Dios en el mundo, esto es, separación. Dios separará los árboles con buen fruto de los árboles con fruto malo; el trigo de la paja (versículo 12). Usando una comparación, Juan dice que Jesús, no sólo es quien hará esta separación, sino que como el que limpia una era, con su aventador separará el trigo de la paja, y a esta última la lanzará en el fuego del juicio.

 

 

Entonces, a unos, los árboles con buen fruto (los que se arrepienten verdaderamente), los bautizará en el Espíritu Santo y a otros, los árboles con fruto malo (los que no se arrepienten), en fuego. El bautismo en el Espíritu Santo no es el mismo bautismo en fuego. Eso es más que evidente por el contexto. Y es por ello como lo debemos entender.

 

Si se lee Mateo 3: 11 sin tomar en cuenta otros textos (fuera de contexto), sería posible establecer que los dos bautismos debieran ser administrados al mismo tiempo. De ahí la importancia de leer la biblia y cada pasaje en contexto.

Otros textos que enseñan la misma verdad. Son los siguientes: Mateo 10: 28; 13: 41-43; 25: 35-46; 2 Tesalonicenses 1: 7-9; Apocalipsis 12: 14- 15; 20: 11-15; 21: 8.

Una de las finalidades de las palabras de Juan Bautista en Mateo 3: 11 es la de enfatizar la superioridad de Cristo sobre él.

 

Juan enfatiza el contraste entre él y Cristo. Dice que Cristo es superior a él. Dice el texto, "Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego". Los sirvientes más humildes (los esclavos) se encargaban de llevar el calzado de la gente. Dice Juan que él no se sentía digno de hacer el papel del sirviente más humilde para llevar el calzado de Jesús.

 

El habla del bautismo en agua que él (Juan) administraba y dice que Cristo iba a administrar otros bautismos más importantes, los que Juan no podría administrar. Ningún hombre puede administrarlos.

 

Juan siempre habló con toda franqueza de la superioridad de Cristo. Véanse también Juan 1: 19-27; 3: 26-30. Es cierto que Juan nació primero y comenzó su ministerio primero. "Este es el que viene después de mí", pero El "es antes de mí" (Juan 1: 27).

 

Muchos judíos se maravillaban de Juan y su ministerio. Creían que tal vez él era el Cristo (Lucas 3:15) o, por lo menos, algún profeta muy importante, pero él sabía que de muchas maneras la obra de Jesucristo sería muy superior a la suya, y les quería convencer de esto.

 

Otra finalidad era mostrarles a los fariseos y saduceos que habría un juicio para los que no creyeren en Cristo.

 

Cesar Ángel

Octubre 8 de 2018

 

Bibliografía y Referencias:

 

"Comentarios a la biblia". Matthew Henry

“Bautizar en fuego” de Wayne Partnain

“Bautizados en fuego?” Eduardo Flores. (“Sujetos a la roca”)

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